El secreto para que nos lean radica en la sencillez de nuestro texto.
Si la exposición de nuestras ideas es ordenada y fácilmente comprensible, obtendremos el éxito en nuestra comunicación.
Algunos aspectos que debemos tener en cuenta para simplificar los textos son:
- Traducción de los tecnicismos.
- Evitar las frases subordinadas en favor de oraciones simples.
- Exponer una idea o argumento por párrafo.
- Ordenarlas.
- Responder a todos los interrogantes: Qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué.
- Cerrar el texto con una conclusión o resumen que deje claras las ideas y mensajes clave que queremos que recuerde el lector.
Brevedad, simplicidad y concisión serán tres buenos aliados para el éxito en nuestra comunicación.